Nueva York abre el grifo

El Tapproyect comenzó en Nueva York en 2007. UNICEF reinventó con este proyecto una nueva forma de ser solidario en el siglo 21, que consiste en pagar un dólar o más cada vez que pides un vaso de agua en los restaurantes colaboradores. El dinero recaudado se invierte en proyectos dedicados a salvar la vida de niños de todo el mundo que mueren cada día por falta de agua limpia en los lugares en los que viven.

Este proyecto de UNICEF ha crecido mucho durante este tiempo y se ha convertido en un movimiento nacional en el que participan numerosos restaurantes y consumidores estadounidenses. Son también muy numerosas las agencias que participan en el proyecto y que han hecho una estupenda labor comunicativa para sacarlo adelante. Podéis ver el vídeo de la campaña siguiendo este enlace.



A propósito del agua de Nueva York, me ha interesado también una iniciativa del neoyorkino Craig Zucker que, resaltando la calidad del agua de grifo de Nueva York, ha conseguido que los habitantes de esta ciudad paguen por beber el mismo agua que pueden encontrar en sus casas. En lugar de gastar una ingente cantidad de dinero en trasladar agua desde “montañas suizas” o “lejanos glaciares”, el productor de este agua embotellada dice honestamente que vende “agua del grifo de Nueva York” y lo hace porque el agua de esta ciudad es de calidad. Presenta el producto en un moderno envase que se ha puesto de moda y que resalta el sentimiento neoyorkino, que tanto gusta a esta nación, muy orgullosa de ser quien es. Además, invita a sus consumidores a volver a llenar la botella con el agua de sus casas una vez consumida de modo que incentiva el reciclaje y colabora con el medio ambiente.

¿No es una idea increíble?

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