¿Vida artificial?

“No se van a desarrollar organismos vivos en laboratorio, porque ni es eficiente ni tiene mucho interés”. El director de Genoma España, Rafael Camacho, destaca en la Universidad de Navarra que “la célula sintética de Venter no es 100% artificial”

“Que nadie piense que se van a desarrollar organismos vivos en laboratorio, porque ni es eficiente ni tiene mucho interés”. Así lo afirmó el director de Genoma España durante su visita al Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra, en referencia a la célula sintética, diseñada recientemente por el científico Craig Venter.

A su juicio, “con esta célula no se ha creado una forma de vida artificial, porque el 100% no es artificial. Se ha sintetizado, por métodos artificiales, el cromosoma completo de una bacteria y se ha insertado en una bacteria a la que se le ha quitado el propio genoma. El material genético, que contiene toda la información para hacer que esa célula sea viable, es sintético, pero el envoltorio es una bacteria natural”.


Sin embargo, destacó que por primera vez en la historia la vida una célula no proviene de la división de otras células sino de la división de un material genético artificial. “Es un hito importante y tiene gran relevancia a nivel científico puesto que demuestra que es viable. El proyecto de Venter consiste en determinar cuál es el genoma mínimo que permite la vida, manteniendo unas funciones fisiológicas básicas y la capacidad de reproducción. Una vez obtenido, se pueden insertar, mediante técnicas de ingeniería genética, genes que tienen una utilidad práctica, como producir un determinado compuesto: un fármaco, biocombustibles de interés industrial, etc.”.


Un 50% de los fármacos en fase de investigación clínica, de origen biotecnológico
El director general de la fundación Genoma España, creada en 2002 para fomentar la investigación en genómica y proteómica, presentó en la Universidad de Navarra el programa Bio-emprendedores, en un acto organizado por el Instituto Científico y Tecnológico de la Universidad de Navarra y con el apoyo de la iniciativa Enterprise Europe Network y el Departamento de Innovación, Empresa y Empleo a través de ANAIN.

El objetivo de este programa es formar en técnicas básicas de gestión empresarial a profesionales del mundo académico interesados en poner en marcha empresas biotecnológicas. Al finalizar, Genoma España selecciona los 5 mejores proyectos y concede premios de entre 20.000 y 30.000 euros para la puesta en marcha de esa iniciativa empresarial.

Rafael Camacho aseguró que “hasta un 50% de los fármacos que están en fase de investigación clínica es de origen biotecnológico”. En su opinión, las expectativas puestas en el genoma se han cumplido, tanto en el ámbito clínico como industrial. “Disponemos de hasta 250 fármacos de uso habitual creados a partir de ese conocimiento y que, en la mayoría de los casos, permiten abordar enfermedades que hasta ahora no tenían tratamiento”.

La medicina genómica es una realidad. “Obviamente evolucionará aún más, pero ahora hay notables ejemplos de aplicación en enfermedades oncológicas y neurodegenerativas, tanto en métodos diagnósticos como en el desarrollo de fármacos cuya dosis se puede administrar en función del perfil genético del paciente”. Asimismo, destaca que la incorporación de la genómica ha revolucionado el panorama de la industria farmacéutica. “Tradicionalmente utilizaba métodos más o menos aleatorios para desarrollar moléculas. Ahora puede identificar dianas moleculares que permiten diseñar fármacos biotecnológicos específicos para cada marcador”.