Fin, cima y facultades


Hay un pensamiento que me persigue a mis 21 años. Me asalta la inquietud de no haber desarrollado sufiente mis capacidades hasta el momento y de encontrarme desprotegida, sin un as en la manga, ante un futuro incierto del que sólo conozco un bosquejo precisamente por conocerme a misma. Pero, ¿hasta qué punto me conozco? y ¿de verdad conozco mis capacidades? etc. etc. ( y demás razonamientos).


El caso es que hay gente que ha conseguido cosas maravillosas en su vida. Ayer vi en las noticias que un matemático ruso, Gregory Perelman, había resuelto uno de los grandes problemas matemáticos de nuestro tiempo que planteó Poincare en 1904. La noticia se centraba en que este hombre no quería aceptar el premio otorgado por un jurado que ni siquiera entendía la solución que él planteaba para la "Conjetura de Poincare"(¿no es magnífico?).

La verdad es que este tipo de historias me fascinan. Me imagino sentada frente a una mesa en la habitación de un humilde apartamento de San Petersburgo resolviendo un problema matemático como este. Hay gente a la que Dios le ha permitido conocer una parte de la realidad que muchos no somos capaces de comprender. Me muero de la envidia, aunque en muchos casos, estas personas tienen mayor tendencia a atormentarse y en fin, la vida es complicada.




Sé que puede parecer que estoy cambiando de tema radicalmente pero ayer, además de haberme preguntado por este señor, haberle envidiado y haber querido conocerle y mantener largas conversaciones con él sobre la vida en general, vi una entrevista que hicieron en un programa de Tve2 que se llama "Últimas preguntas" al director de la película- documental "La Última cima", que precisamente se estrena hoy en mi ciudad, Vitoria.


Me ha parecido que Juan Manuel Cotelo decía cosas muy interesantes y hermosas. Lo que más me ha gustado es lo que dice al final de la entrevista. Resumiendo, que si algo se puede concluir de este documental que retrata cómo era el sacerdote Pablo Dominguez, fallecido el 15 de febrero de 2009 en el Moncayo, es que uno no puede decidirse de pronto a ser un gran músico, un gran escritor o un gran matemático, ya sea por la carencia de facultades o por no haber potenciado el desarrollo de estas. Sin embargo, todos los seres humanos estamos capacitados para poco a poco ir haciendo las cosas un poco mejor: ser más generosos en un momento determinado, sonreir a alguien, tener un detalle de cariño con una persona etc. Estas palabras me han convencido porque he pensado que probablemente mi fin se asemeja más a este tipo de perfeccionamiento que al de convertirme en un Bob Dylan, un Oscar Wilde o un Poincare de la vida. Aunque, ¿ te imaginas poder conseguirlo todo? ser como Wilde, Dylan y Poincare, al mismo tiempo y además, ser una gran persona, estoy segura de que algo fallaría.


Os aconsejo que veáis la entrevista, merece la pena. Es posible que vaya hoy a ver la película así que ya haré una humilde crítica.





http://http//www.rtve.es/mediateca/videos/20100606/ultimas-preguntas/791480.shtml

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