El arte en la palabra



No me veo haciendo algo semejante con nadie que no sea él. Aquella mañana de verano, siendo una adolescente y teniendo nueve días para pasearme sola por París, entré en el cementerio de Pere Lachaise decidida a encontrar la tumba del artista que no hubiese tenido interés alguno de no ser porque estaba cubierta de besos y frases de admiración hacia el escritor cuya obra me gusta contemplar. A veces abro sus libros y leo capítulos, párrafos o frases sueltas y siempre me hace sonreir.


Era demasiado pequeña cuando leí "El retrato de Dorian Gray". Considero que fue el primer libro valioso que he leído en mi vida. No puedo dejar de ver a Wilde representado en la figura del protagonista de su novela. Me di cuenta de esto cuando leí, hará ya un par de años, "De Profundis", la epístola que Wilde escribió a su amante desde la carcel de Reading a lo largo de los dos años que estuvo en prisión y que por cierto he extraviado, cosa que me dió mucha rabia cuando me percaté. Este escrito es casi una confesión de Wilde sobre su vida pasada. Observa lo ocurrido con perspectiva y reflexión, desde la soledad de su estancia entre rejas. Recrimina a su amante el mal trato que de él recibió, la forma en que este abusó de su cariño y se aprovechó de su dinero. Pero además, examina su conciencia y reconoce la culpabilidad de sus actos y, de alguna manera, la fealdal de su alma desde el espejo del dolor que esta le causó. Está escrita con la elegancia y el tono irónico que caracteriza su obra. La leí con pasión sumergiéndome en la intimidad de mi admirado artista cuyas palabras me provocan gran placer.

Os aconsejo también que leais "La importancia de llamarse Ernesto". Es una comedia teatral que pude leer en un par de horas y me hizo reir mucho. Wilde es también autor de otras obras como "El fantasma de Canterville", "El Pescador y su alma" o "El crítico artista". Estas últimas no las he leído todavía, pero no dudo de su excepcionalidad porque Wilde no deja indiferente a nadie aunque, poco importa lo que pueda decir yo en un simple post.

Una última cosa, la mejor forma de conocer a Wilde es leerlo en su lengua de origen, el inglés.

Lo que no es tradición es plagio


Salía de trabajar el otro día en Madrid cuando me encontré esta frase de Eugenio D'Ors grabada en un edificio que pertenece al Museo del Prado: "Todo lo que no es tradición es plagio". Sentí placer al leerla entre el ruido de las calles en obras por las que la gente camina hacia alguna parte. Noté la quietud que proporcionan el arte y el saber en mitad de la acelerada ciudad. Pensé en ella superficialmente, apenas para conformarme con al certeza de la afirmación.

Una idea que alguna otra vez ha recorrido mi mente me visitó. Qué bueno sería llenar las calles de frases estupendas que nos sacaran de los pensamientos poco valiosos que llenan nuestra mente cuando vamos por la calle. Merecería la pena pensar en cosas importantes que terminan resultándonos ajenas por el ajetreo del día a día.

Poco tiene que ver este pensamiento con lo que contaré a continuación, pero me pareció bonito. Sí me interesa la oración pronunciada por D'Ors que viene a decir que ya está todo inventado. La recordé otra vez este fin de semana cuando leía un reportaje publicado en Yodona este mes de julio. Habla de la serie fotográfica "Shangai Dreamers" creada por Quentin Shih que me ha parecido muy interesante, me recuerda un poco a la paradójica pintura de Magritte. Este conjunto fotográfico habla de la uniformidad de la indumentaria en el régimen comunista chino en los 70 y los 80 en contraposición con la democratización de la moda que permite al individuo identificarse através del vestido.

Traigo a colación la frase de D'Ors porque, aunque existe actualmente una tendencia a la diferenciación, incluso los marcadores de tendencias que huyen de lo convencional y buscan ser reconocidos como distintos siguen unos cánones aceptados socialmente, o quizá es que llegados a este punto la sociedad lo ha aceptado ya todo y resulta practicamente imposible ser original. Sólo nos queda remitirnos a la tradición (a la nuestra o a la de otras culturas) o al plagio y esto se palpa en las pasarelas y en las calles del mundo entero.

Lipovetsky habla en su libro "El imperio de lo efimero" de una síntesis entre lo original y lo estandar que lleva a la hiperdisgregación del individuo y a la hiperhomogeneización de este al mismo tiempo.

Me parece interesante pensar acerca del fenómeno moda y lo que este abarca actualmente además de observar al ser humano desde la perspectiva de un fenómeno que cada vez dice más de cómo somos.



(por favor, echar un vistazo a la página de Quentin Shih, su trabajo es muy interesante.)


Estás aquí para ser feliz

Os dejo un anuncio de coca-cola que, como siempre, aunque llame mucho al sentimiento son buenos y resaltan valores que debemos defender. Creo que no hacen falta más palabras porque todo lo que diría esta dicho en el video, ¡Espero que os guste!