Estudiar los movimientos artísticos del siglo XX es tremendamente inspirador. Contemplar la sucesión de estilos artísticos y ubicarlos en un contexto determinado permite una comprensión mayor, no tanto sobre sucesos históricos concretos como acerca de las actitudes humanas ante estos sucesos que conformaron un clima social determinado. Porque, aunque la obra de un artista no retrata la situación de una sociedad sino más bien una visión propia sobre lo que le rodea, el "genius loci" forma parte del artista y el artista forma parte de este.
A principios del siglo XX comienzan las corrientes de vanguardia con la intención de romper con el academicismo artistico que pretendía la representación fiel de la realidad. La aparición en escena de la fotografía y el cine impulsará la negación de la tradición artística y a partir de esta, el arte se convierte, al menos así lo entiendo yo, en una manifestación de la visión del artista ante la vida y por tanto en una vía de autoafirmación.
A principios del siglo XX comienzan las corrientes de vanguardia con la intención de romper con el academicismo artistico que pretendía la representación fiel de la realidad. La aparición en escena de la fotografía y el cine impulsará la negación de la tradición artística y a partir de esta, el arte se convierte, al menos así lo entiendo yo, en una manifestación de la visión del artista ante la vida y por tanto en una vía de autoafirmación.
Resulta muy interesante observar cómo los movimientos que se fueron sucediendo en este siglo no son independientes entre sí, sino que son el resultado de una concatenación de técnicas que evolucionan, de reacciones de unos movimientos contra otros o de la superación de una forma artística anterior. De este modo, el Expresionismo puede considerarse una superación del Fauvismo porque, aunque conserva en muchos casos la técnica colorista carente de perspectiva que caracteriza a este movimiento, evoluciona con la introducción de la expresión de los sentimientos del artista en la época previa a la Primera Guerra Mundial. Esto va a desembocar, por un lado, en la plasmación de una visión trágica de la vida que llevará a la distorsión de la realidad representada y por otro lado, en la negación de la realidad a través del desarrollo de los movimientos de abstracción y de la pintura surrealista.
Además, el desarrollo del arte tendrá a partir de ahora una dimensión intelectual, en muchos casos ligada a las filosofías existencialistas de Nietzsche o Shopenhauer y a la teoría psicoanalítica de Freud, ejemplo de esto es la Pintura Metafísica de Chirico, el Dadaísmo con Duchamp como máximo representante y el Surrealismo de Dalí.
Todo esto para concluir con la famosa tesis de Gombrich que dice que "no hay arte, hay artistas". Es decir, que cada manifestación artística es propia del lugar y del momento en que se desarrolla y del individuo que la ejecuta. Lo que, en mi opinión, nos puede dar nociones acerca del pasado y en relación con el momento actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario